Nuestra identidad
RECUERDA LOS VÍDEOS DE ALFONSA, MISIONES Y OTROS
VÍDEO COMPLETO DE ALFONSA CAVÍN MILLOT
Infancia y primeros pasos
Un 17 de noviembre del año 1816 nacía en Scey-sur Saône (Francia) una niña que venía a ocupar el sexto lugar en la familia Cavin. Le dieron el nombre de Felicia.Creció en un ambiente familiar acogedor. Era hija de un forjador y debió contemplar más de una vez qué era eso de templar y golpear el hierro, dándole forma.
Esto, tal vez, la hizo tenaz y enérgica para realizar todo lo que pasaba por su mente y su corazón. Luces intermitentes se fueron cruzando en su camino, mezcladas de esperanza, ilusión y utopía. Todo esto le llevó a dar un sí a la vida, a su crecimiento humano, cultural, moral y espiritual, que preparó la buena tierra y... la semilla pudo ser acogida en Felicia, empezando a germinar allá, en Burdeos, cuando ingresa en la Congregación de la Sagrada Familia en 1843.
Cambio de nombre, formación, búsqueda...
Ya no la llamarán Felicia; también su nombre cambió, y desde entonces la llamamos Alfonsa. Muchas otras transformaciones se fueron realizando en ella en esa etapa de formación y preparación hasta sellar su pacto de fidelidad y compromiso.
Pronto vendría el envío de sus Superiores a una fundación en España: Mataró, 1846. Este lugar despertó en ella nuevos horizontes e ilusiones, zozobra, paz e inquietud. En esa mezcla de sentimientos, "la semilla” echaba raíces, crecía hacia dentro, en profundidad. Mientras...sus oídos escuchaban voces contradictorias, pero con un susurro convertido en grito: las niñas, huérfanas y sin cultura, enfermos y ancianos desamparados, te necesitamos, no abandones la obra comenzada”.
Con su mirar hacia dentro y hacia fuera, con un oído fino y atento a sintonizar con el pueblo, con una vida apoyada en la roca firme, Cristo Jesús, Alfonsa busca y encuentra.
Siente una nueva llamada, a la que, con riesgo, responde con un Sí comprometido el 4 de agosto de 1850.
Fundación Mic - Dar y generar más vida
Esto le obliga a decir un No a su familia religiosa, y da origen así a la Congregación de las Misioneras de la lnmaculada Concepción.
Y entre ese Sí y ese No, hubo dolor, hubo lucha ... como hay para ti y para mí al ir buscando el querer de Dios, ese Plan suyo sobre cada uno de nosotros, sus hijos e hijas.
Cuando Dios entra en una vida, rompe esquemas y nos introduce en otra lógica distinta a la de la razón. Esta "semilla”, que pudo germinar y crecer, es hoy aliciente e impulso para las que formamos la familia MIC; pero es también expectativa para jóvenes que, como ella, quieran entregar y arriesgar su vida por algo que vale la pena:
Dar vida, promocionarla, generar más vida.